¿Por qué decidió realizar sus estudios en ESM?
En aquel entonces ya había pasado por la Universidad tradicional que en aquella época era bastante más teórica que ahora y que yo entendía que formaba a más “funcionarios” que a “empresarios”. Por eso, buscaba algo que me acercara más a la realidad del mundo empresarial: una carrera que cubriera todas las disciplinas necesarias para desenvolverte con soltura en el mundo de los negocios pero con un enfoque más práctico y realista
Comenzó su andadura en una empresa familiar, ¿Cómo dio el salto a las grandes empresas nacionales e internacionales?
Supongo que al final el dicho de “nadie es profeta en su tierra” tiene algo de cierto y si no, impone mucho…
Por otro lado, independientemente de la formación o experiencia que tengas, en España seguimos muy influenciados por el síndrome de “hijo de…” y yo tenía la suerte y la desgracia pertenecer a una dinastía de empresarios emprendedores y esa carga de responsabilidad pesa bastante.
Además, cuando más te mueves en el mundo empresarial a nivel internacional (y yo lo hacía porque toda la promoción turística de nuestro sector se realizaba en el exterior comercialmente), te das cuenta de que tu empresa, por importante que sea, no es el ombligo del mundo, que estamos en un entorno global y que no sólo hay que innovar y desarrollar, sino que también hay que tener sentido común para aprender de las experiencias de los demás de cara a copiar las buenas prácticas y evitar las malas. Pero para eso hay que conocer de primera mano a los “demás”…
Por todo esto, desde que me ofrecieron la primera oportunidad de salir fuera, decidí aprovecharla, no sólo porque me interesaba formarme profesionalmente en la gestión de empresas de un sector tan específico como el de las instalaciones deportivas o el golf sino también para poder aportar toda esa experiencia acumulada al mejor desarrollo de la empresa familiar.
¿Qué aspectos prácticos obtenidos en ESM le sirvió para afrontar esta ardua andanza profesional?
En ESM estábamos continuamente analizando casos reales de estrategia empresarial o simulando nuevas aventuras empresariales de todo tipo. Todo esto te ayuda a entender la realidad de las empresas, va desdramatizando el enfrentamiento con el mundo real y te da la seguridad y el coraje para asumir nuevos retos.
¿Cómo valoraría su paso por ESM?
Muy positivo. Lo recuerdo con mucho cariño. Entre el estudio, los casos prácticos y los proyectos individuales o en grupo, le dedicábamos muchas horas…, pero no me pesaban… supongo que porque aprendíamos trabajando.
Isabel Cabrera Robaina